Histórico anuncio apostólico sobre la justicia transaccional
La Habacana
Como si se tratara de un par de tenis chiviados en San
Andresito lo que negocian, la opinión pública ve con malos ojos que los
cabecillas de las FARC se entretengan bebiendo whisky, cuando sueña con
que se entregan bebiendo whisky. Ni que De la Calle, luego de las extenuantes
jornadas de regateo, se relajara en compañía de una copa de sofisticado chamberlain.
De los puntos a los cuales se ha
llegado a cuerdo, ni locos que estuvieran, en la sobremesa de negociación que tiene
lugar en La Habacana, se destaca que en cuanto al tráfico de drogas se ha
decidido extender la cobertura de la seguridad social a los dealers (léase jíbaros). En tanto
respecta al tema agrario se comprometen los insurgentes de bien, personas
divinamente, de los Marx y Lenin de toda la vida, a sustituir los atroces campos
de concentración insignes del Caguán por camposantos.
Se ha establecido, además, un
plazo de sesenta días luego de la firma del acuerdo definitivo de Paz para que
se cumpla el punto que más inquieta al Estado: la dejación de armas. Fuentes
sin confirmar la Paz aseguran que al Estado le preocupa más, en realidad, el
tema de la dejadez en el cuidado personal. “De una vez por todas los
guerrilleros tienen que lucir como guerrilleros, no como Fernando Londoño
vistiendo Rolex en sus muñecas y que tales”, se quejó un reputeado
ministro quien solicitó se mantuviera su nombre en reversa, nunca en zona
de reserva campesina.
Por su parte, el Estado
colombiano ha prometido definir en las próximas horas los linderos, no de zonas
de despeje sino, por el contrario, de zonas de despliegue militar. Así mismo,
las penas para los comandantescos de las FARC no superarán el interminable
término de 8 años de procesos 8.000.
Ahora bien, nadie se explica para
qué un cabesilla vacía de la guerrilla quiera hacerse visible fungiendo en el papel
de congresista. Sin lugar a deudas serán, al pasearse por los pasillos del establecimiento,
un blanco fácil de burlas y de balas. A menos, aclaro y aClara López (lenguache
incluyente), que sea extendida indefinidamente la suspensión de las imputaciones
a jefes guerrillorones por parte de la Fiscalie to me, lo que no significa cosa distinta que la otorgación de
estatus político: oportunidad de la cual es menester sacar provecho: delinquir
con derecho a impunidad.
Todo bien, no obstante la torpeza
de Timoshenko al dejar a Castro con la mano estirada por preferir estrechar la
de Santos.
En resumen, la Paz, el descanso
eterno y la luz perpetua serán de provecho para Tirofijo, arma bendita. A nosotros,
los ciudadanos el pan nuestro de cada día de día sin carro de a pie nos toca
seguir lidiando con los Peñalosa, los Moreno Rojas, los Moreno de Caro, los colonizadores
Springer, los Roy, los galancitos y los gaviritas, los pastranitas y los
samperitos, los samperitos, los samperitos, los Foronda y, desde luego con los
Balvin, mientras el ‘dotor’ Uribe se encona en su proceso de pus.
* * *
¿Ella? Calé de matar. ¿A ti? Miedo dan, es lacra fariana. ¿Irá FARC al Senado? De imitar.
Átame, De la CallE